“Pensar cosas no fue suficiente”
Por: Rafael Moreno/Contragolpe Twitter : @rmorenoimagen
Han pasado 32 años desde la última ocasión en la cual la selección mexicana se instaló en los cuartos de final de una copa del mundo, fue en México 86 , con el tricolor como anfitrión y dirigido por Bora Milutinovic. A partir de 1994, los nuestros se han tropezado con la misma piedra durante 7 justas mundialistas en la instancia de octavos de final.
Después de tantas decepciones, pensar que ese maleficio se rompería en Rusia 2018 parecía más una utopía que una realidad, algo estructurado con base al sueño mexicano y no fundamentado en el verdadero progreso del fútbol mexicano.
El proceso de Juan Carlos Osorio, fue sumamente tortuoso, lleno de dudas y vicisitudes, que comenzaron desde su nombramiento. Pocas bases hacían pensar que finalmente podríamos llegar a la frontera de los cuartos de final. Tan cerca y tan lejos.
Se hizo un gran partido ante Alemania, jugando a su máximo nivel y reflejando al máximo el sentido colectivo que caracteriza a este juego. Ante Corea del Sur, el conjunto azteca, hizo patente su superioridad y logró imponerse por 2 goles a 1, parecía que todo estaba puesto para navegar por aguas más tranquilas y evitar en un hipotético choque con Brasil en octavos. Sin embargo, los fantasmas del proceso de tres años del estratega colombiano aparecieron en el partido ante Suecia. México fue una caricatura, superado de principio a fin por un equipo rústico y pragmático como el vikingo. La confusión táctica se hizo presente, la desesperación de jugadores como Hirving Lozano, que le pegaba de cualquier lado intentando encontrar un resquicio donde lastimar a su rival, y un Carlos Vela, que fue capaz de generar la única jugada clara del “Tri” , con el empate a cero en el marcador, pero su disparo pasó cerca del poste izquierdo de Robin Olsen. Pese a ello, fue inobjetable la caída nacional por 3 tantos contra cero. Mención aparte, la actuación de Guillermo Ochoa que evitó una catástrofe mayor con atajadas sobresalientes.
Lo ocurrido el pasado lunes en el estadio de Samara, parecía previsible tomando en cuenta los altibajos que México presentó durante el torneo citados anteriormente . Bajo cualquier concepto, si eres incapaz de tener juego ofensivo, llegas una sola vez al arco rival, y sobre todo haces cambios posicionales en el partido más importante, es difícil lograr llegar a la meta de los cuartos de final. Primeros veinticinco minutos, buenos del equipo mexicano, pero resulta casi imposible mantener a raya a una selección como Brasil, situación que ocurrió. Ochoa , el mejor jugador de México en el mundial y merece obtener un contrato en un club de mayor nivel, el Napoli y la Fiorentina, sondean su contratación.
Para cambiar de club, en la pole position están Héctor Herrera, que suena para la Roma y ek Arsenal, así como Hirving Lozano, que la liga española y la Premier League han preguntado por él.
Inevitablemente, habrá cambios en el representativo tricolor, algunos elementos dejarán de vestir esa camiseta, como Rafael Márquez, Jesús Corona, Alfredo Talavera, Oribe Peralta etcétera, y otros que se replantean su futuro como Carlos Salcedo y Andrés Guardado. Lo que está claro es que Juan Carlos Osorio terminó el su sinuoso proceso cumpliendo, ni nos debe ni le debemos, pero es necesario tomar otro rumbo.
En ese sentido, todo indica que será Matías Almeyda, quien suceda en el cargo al colombiano, en los próximos días podría haber noticias.
Ahora, inicia un período de reflexión, para analizar los factores que llevaron a la medianía a este combinado, algo que espero por el bien del balompié nacional, los directivos sepan llevar a cabo. Queda prohibido equivocarse en el diagnóstico, faltó juego, hubo garra, pero también , y sin la intención de ser pesimista, este es nuestro tope, está generación no dará para más y no es suficiente con “Pensar cosas chingonas”, hay que provocar y generar en la cancha esas mismas cosas, basta de demagogia.
Foto: EFE
